lunes, 30 de mayo de 2016

El sobrepeso es minimizado en una nota de La Nación

Leemos aquí, en La Nación, una nota titulada "El sobrepeso no es tan grave como creíamos". El título es de por sí alarmante en cuanto a la ignorancia que muestra con respecto a una abrumadora mayoría de estudios epidemiológicos que demuestran lo contrario. En una epidemia de obesidad como la que vivimos (definida por la OMS), poner ese título es, cuanto menos, irresponsable. Pero al comenzar a leer la nota, la situación empeora, ya que parece que quien la escribió, poco entendió del trabajo al que alude. Allí se menciona que en un estudio longitudinal de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, se encontró que personas con un Indice de Masa Corporal (IMC) (peso/altura^2) considerado alto (25 a 29.9) tuvieron el mismo riesgo de muerte que aquellos con un IMC normal. Según señala el artículo de marras, esto podría deberse a los avances en la ciencia médica, lo cual, dicho sea de paso contradice el título. Lo que no parece percatarse el autor, es que un índice, como el IMC, no puede, por sí solo, ser el factor determinante de un diagnóstico de obesidad. Por otro lado la generalización de un estudio hecho en Dinamarca (uno de los países con mejores índices de desarrollo humano del mundo) no parece ser una propuesta atinada. Es probable que la obesidad en un entorno de suficiencia material y tecnológica, no sea un trastorno muy serio; pero es irresponsable pensar que esa misma situación se puede replicar en países con sistemas de salud deficientes y grandes desigualdades poblacionales. La ciencia epidemiológica debería ser, cuando menos cuidadosa, con respecto a sus afirmaciones, sobre todo cuando los contextos sociales son tan diferente.

lunes, 23 de mayo de 2016

Despidos en supermercados según el INDEC

Leemos en la página del INDEC, la encuesta de Supermercados de marzo del 2016, que mide las ventas, pero también la cantidad de empleados, así como la variación de los sueldos. En el rubro de las ventas y en comparación con el mismo mes del año anterior (marzo de 2015) hubo un aumento del 25%. Si asumimos una inflación del 35%, evidentemente hubo una caída de 10 puntos en las ventas. Pero el dato que más me llamó la atención fue el cuadro 8, que se titula "Personal ocupado asalariado por categoría. Todas las cadenas". Allí vemos que la variación fue negativa en un 3%. Esto claramente indica que se perdieron puestos de trabajo (un 3% con respecto al mismo mes del 2015). Y podemos hipotetizar que esos puestos se perdieron por las bajas en las ventas ya señaladas y no por una reconversión tecnológica. Tal vez no haya una crisis de empleo, pero que se están perdiendo puestos por goteo, lo indican las propias estadísticas del gobierno. Ojo no vaya a ser cosa que ese goteo dispare una distribución de Per Bak, es decir que ese goteo dispare una cascada de eventos mucho mayor.

lunes, 16 de mayo de 2016

La comida y los influenciadores

Leemos aquí, acerca de la importancia que la industria alimentaria está dando a los denominados influenciadores en la web, es decir aquellos internautas interesados en alimentos, que poseen una cantidad significativa de seguidores. La nota dice que si ayer lo más importante era tener estrellas Michelin, hoy todo pasa por la cantidad de seguidores que se posee en las diferentes plataformas de las redes sociales. La ventaja, se plantea desde el marketing, es que estos personajes tienen, en muchos casos, un carácter local, con lo cual las particularidades de la zona, región o área en la que se especializa, mantiene esos diferenciales. La desventaja, para el público, es no saber hasta que punto las notas escritas o expresadas en video (vloggers), están patrocinadas por las grandes empresas del rubro. El fenómeno, desde la antropología alimentaria es bien interesante, ya que muestra un poco cómo las cosas fueron cambiando, en el terreno alimentario, en los últimos 100 años. hasta la II Guerra Mundial, era claro que el saber alimentario, vinculado con la reproducción cotidiana, estaba en las familias o agregados familiares (incluyendo amigos y vecinos). Luego de la II Guerra Mundial, el conocimiento pasó al ámbito científico, con el desarrollo de carreras universitarias como nutrición. Esto vació de contenidos confiables a las "abuelas" y depositó el saber en la ciencia; pero a la vez trajo aparejado un nuevo inconveniente por el hecho de que la comida debe resolverse día a día y el contacto con la academia, en el caso de la salud alimentaria, es claramente esporádico. Este vacío conceptual fue llenado por la industria y la publicidad, que con un discurso pseudo científico y un afán por el lucro fue el responsable de la epidemia de sobre peso y obesidad que se observa hoy en día. Al parecer el siglo XXI viene cargado de una nueva modalidad, la de los "influenciadores". Hasta qué punto esto es sólo una vuelta de tuerca por sobre el patrón industrial-publicitario, es algo que está por verse; pero también que va a depender de qué es lo que hagan o aconsejen estos influenciadores. La alimentación en el siglo XXI se separó entre lo vinculado al placer, lo vinculado a la salud y la reproducción cotidiana. Juntar las tres en un todo coherente no es tarea sencilla, pero tal vez, esta nueva modalidad permita un juego en donde no sólo ganen las mega industrias alimentarias.

lunes, 9 de mayo de 2016

Etiopía, la sequía y la FAO

La FAO está buscando 10 millones de dólares para ayudar a los campesinos etíopes a conseguir semillas para la temporada de siembra que está por comenzar en algunas semanas. Durante la denominada temporada meher es cuando se produce casi el 85% de los alimentos que se consumen en Etiopía, por lo que es imprescindible que la ayuda llegue antes de que comience la etapa. Pese a que 10 millones de dólares no parece ser una cifra demasiado grande para los parámetros del mundo actual, la recolección de dinero que lleva adelante la organización de la ONU, apenas alcanza al 15%, lo cual fue calificado como decepcionante. Mientras en el mundo se ventilan los casos de empresarios y políticos que eluden sus obligaciones impositivas colocando su dinero en paraísos fiscales (Panamá papers), a FAO le cuesta conseguir 10 millones de dólares. No deja de ser vergonzoso que aquel 1% más rico del mundo, que concentra más del 50% de la riqueza mundial, mire para otro lado cuando se trata de aportar para que millones de personas en Etiopía no caigan en la inseguridad alimentaria. Es evidente que los países deberían tomar medidas para reducir la obscena concentración de la riqueza y exigir que aquellos que poseen casi toda la riqueza mundial, aporten un poco para reducir las problemáticas alimentarias del mundo.

martes, 3 de mayo de 2016

FAO y el fenómeno de El Niño

La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés) está desarrollando un programa para prevenir y ayudar en aquellas zonas donde tanto la agricultura, como la ganadería (o pastoreo) sufren por el fenómeno climático. Si bien hay registros de El Niño, desde mediados de los '60, en los últimos años se modificó su patrón clásico, que incluía una ocurrencia cada 7 años y una duración de algunos meses; hoy día podemos tener este fenómeno cada dos años y con una duración muy larga. El Niño impacta directamente sobre la producción alimentaria, toda vez que provoca sequías en algunas partes del mundo e inundaciones en otras. Su principal característica es el calentamiento del Océano Pacífico lo que no sólo modifica el clima, sino también actividades como la pesca. En este informe se muestran los planes que FAO tiene para mitigar su impacto y dar alertas tempranas, que no empeoren la situación en zonas que de por sí ya son vulnerables.