lunes, 25 de abril de 2011

Matlhus y el FMI

La sombra de Malthus sigue acechando en los pasillos del poder mundial. En la década del '90 el FMI regía los destinos de las economías mundiales pero también de las vidas humanas. En 1995 el FMI entregó fondos al gobierno de Fujimori a cambio de un plan para reducir las tasas de natalidad en zonas rurales. El método elegido fue la ligadura de las trompas y no hubo opción para las 300.000 mujeres que fueron mutiladas. Sus reclamos están siendo presentados en los tribunales peruanos. Su esperanza de ser escuchados es inversamente proporcional a su deseo que Fujimori, en la forma de su hija, no vuelva al poder.
Más información en Rebelión

jueves, 21 de abril de 2011

Una entrevista intersante sobre soberanía alimentaria

Pasamos el link aquí a una entrevista muy intersante a Gustavo Duch autor del libro "Lo que hay que tragar", sobre soberanía alimentaria. El planteo de la nota es la necesidad de volver a los minifundios como solución al problema que plantea la industria alimentaria globalizada, "la sociedad actual debe recampesinizarse" dice desafiando al pensamiento económico liberal. El artículo salió en rebelión

miércoles, 20 de abril de 2011

domingo, 17 de abril de 2011

17 de abril día de la agricultura campesina

El 17 de abril es el día mundial de la agricultura campesina. Se recuerda el trágico asesinato de 29 campesinos, en Eldorado Dos Carajás, Brasil, en 1996, quienes luchaban por el derecho a su autonomía alimentaria.
Este año se realizarán actividades en todo el mundo en conmemoración de la matanza, una de las más importantes en el terreno político, es la publicación de una declaración internacional contra la acaparación de tierras a entregar en ocasión del encuentro del Banco Mundial en Washington D.C. En Brasil, el MST Via Campesina organiza un seminario titulado "Eldorado Dos Carajás, 15 años de impunidad" para mantener la memoria viva y exigir justicia.
Más información en:
Via Campesina
y en
Rebelión

sábado, 16 de abril de 2011

Obituario a Lewis Binford

Transcribimos este obituario que escribió nuestra compañera arqueóloga Verónica Coronel sobre el fallecimiento de Lewis Binford

Allá por el año 2007 en ocasión del Congreso Nacional de Arqueología celebrado en Jujuy, me encontraba merodeando las instalaciones de la Facultad de Humanidades y Cs. Sociales, a la espera del comienzo de una nueva presentación.
No éramos muchos los que circulábamos a esas tempranas horas por la mañana, la resaca de una fiesta de congreso la noche anterior, retardaba la asistencia de los demás, y debo reconocer, generaba en mí cierta sensación apesadumbrada por haber escogido guardar mi entrada en pos de preparar un próximo parcial de Elementos. Pero la prudencia habría de saber compensarme.
Al verlo me acerqué. Con torpes y nerviosas palabras en inglés encontré la forma de expresarle mi admiración por su trabajo, por su dedicación, su influencia para mi incipiente formación y lo placentero que encontraba la lectura etnoarqueológica de su experiencia con los Nunamiut.
Recuerdo claramente que tras oírme de forma detenida, de más está decir que la atención que me prestaba se debía a mi mencionada torpeza con la lengua más que a lo que decía en sí mismo, puso una mano en mi hombro y sonriendo dijo: "poor girl, poor girl"…
Aquellas palabras que en su momento me causaron asombro hoy cobran fuerza en el recuerdo y me hablan de la humildad de su grandeza, de la simpleza de su genio.
Guardaré la fotografía que nos tomó Amber, como memoria de un hombre que no temió perder su tiempo explicando su ciencia a otro menos letrado en un colectivo, que supo rebelarse a los paradigmas de su tiempo y que indudablemente ha marcado con su obra y su persona, el devenir de nuestro conocimiento.

Verónica Coronel.

martes, 12 de abril de 2011

La TV indigna y el espectáculo de la pobreza

Uno de los bloques del programa de Chiche Gelblung del domingo (10/4/11) estuvo destinado a acercar un “banquete” a los niños de una comunidad indígena de Chaco, que ante la “generosa” oferta de chizitos, palitos salados, salamin y queso se abalanzaron “hambrientos” y “desesperados” a la mesa.. El plato fuerte fueron, a juzgar por lo que la cámara mostraba, unas milanesas de ...viandada! empanadas sin pasar por el clásico huevo. La bebida: Coca-cola. El postre: ensalada de frutas enlatadas, siquiera servidas, pues se las daban directamente de las latas a los niños. Todo esto fue acompañado por comentarios “de color amarillo” en los que se destacaba la sorpresa de que jamás hubieran comido tal delicia argentina, de que no sintieran curiosidad por abrir una lata con alimentos, de no conocer el maíz enlatado que llega en las cajas de los planes sociales. (Se nos ocurre preguntarnos cuántas veces el locutor habrá comido un patay elaborado con algarroba).
El efecto total fue decadente. No solo se ofreció comida de escaso valor nutricional a quienes se supone “comen mal” y se les ofrece además un plato mal hecho. (total, “son indios, pobres y no tienen idea, comen lo que les dan”)
Si el efecto de este bloque era mostrar lo increíble, que un argentino de 72 años no hubiera comido milanesas en toda su vida, también pudo verse que no ha recibido respeto por parte de un programa que ofrece carne procesada (viandada) como milanesa, que expone a los niños a una prueba de laboratorio para ver las reacciones ante un alimento desconocido, que quiere mostrar una voracidad que no existe, ya que ninguno de los niños toco los alimentos hasta que se les indicó y luego comieron como todo bocado servido en la mano, del cual se pretendía hacer un análisis de la comensalidad.
En fin un tratamiento avasallante de un pueblo del que no se destaca ninguno de sus saberes. Mucho menos, mención siquiera, de alguna de la causas por las cuales han quedado tan desfavorecidos en relación a otros ciudadanos del país. Parafraseando a Lévi Strauss, lo crudo no es la situación de la comunidad, sino como son tratados en la actualidad, y lo podrido es este programa.